¿Es necesario un cambio en la educación?

Estamos en un ciclo escolar que cada día nos demuestra la necesidad de cambio y uno de los grandes factores que debe cambiar es la obligación de ir a la escuela: desde niños nos llevan a un lugar que no conocemos y solo sabemos que hay muchos otros niños para jugar y de vez en cuando nos mandan unos trabajos para realizar.  Con el paso de los años, son más los trabajos que los momentos para divertirnos, y al pasar a grados superiores somos más conscientes de lo importante que es la educación y sabemos que cada día debemos estar más enfocados en ella para poder adquirir diferentes conocimientos. Sin embargo, la mayoría de estudiantes no logra una correcta concentración en clase, no logra las calificaciones esperadas. Muchas veces los docentes y padres de familia se hacen la misma pregunta ”¿Cómo hago para que mi hijo/mi estudiante mejore sus calificaciones y atención en clase?”. Desde un punto muy personal, me atrevo a decir que hay una solución muy viable para lograr manejar esto: que el estudiante deje de ver el estudio como una obligación, y lo tome como una MOTIVACIÓN (algo que aplica para cualquier aspecto de la vida). Cuando nosotros vemos las cosas por obligación no solemos hacerlas bien y siempre daremos lo mínimo para decir lo terminé, ya quedó bien. Por el contrario, si tenemos una motivación para el estudio, nosotros mismos seremos los que indagaremos más sobre el tema, daremos un poco más y aún más importante, cada día nos sentiremos con más ganas de ir al colegio. De esto se puede concluir que al tener en la escuela una motivación, los estudiantes dejarán de estudiar pero empezaran a aprender.

Tenemos por entendido que la escuela es el lugar donde vamos a aprender y que es la base para salir con conocimientos para la vida adulta. Sin embargo, se nos olvida que hay otros ámbitos que hace falta añadir dentro del currículo estudiantil: Educación emocional y educación financiera.

Qué importante son estas dos bases para una vida estable. La educación emocional nos permitirá aprender a regular momentos de estrés y ansiedad, como por ejemplo a la hora de presentar un trabajo importante, o a la hora de calmar las voces que tanto nos molestan en nuestra mente. 

Por otra parte, con una educación financiera, los estudiantes aprenderán, a base de sencillos consejos, a manejar el dinero que tienen y el que en un futuro ganarán y a saber invertirlo para así lograr una mayor estabilidad.

La educación debe empezar a dar pequeños pasos para cambiar, porque desde hace años nos vienen educando de una manera que nos lleva a recordar fechas y personajes importantes, pero no sabemos la importancia que realmente tiene ese hecho. La educación debe empezar a cambiar, ya estamos cansados de memorizar y solo estudiar y este es un mundo que todo lo quiere es “aprender”. Cuando aprendemos, nos queda para toda la vida.

Sebastián Jaramillo

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