Intervención de la Ministra de Educación Nacional de Colombia en el último Encuentro Virtual

Para poder dar respuesta a los retos que nos impuso la pandemia desde el Ministerio de Educación Nacional de Colombia priorizamos algunos aspectos que consideramos fundamentales para la toma de decisiones, entendiendo que las condiciones han venido cambiando y por lo mismo, las prioridades han venido evolucionando. 

Desde antes del comienzo de la pandemia nos encontrábamos abordando retos de equidad, cómo lograr trayectorias educativas completas, y, de la mano de los maestros, directivos y familias, trabajábamos en un objetivo: mejorar aprendizajes y avanzar hacia el desarrollo de una ciudadanía global en entornos escolares para la vida y la convivencia. Todo lo anterior reconociendo siempre las brechas existentes en el sistema entre lo rural y lo urbano

La llegada de la pandemia, en vez de reducir la relevancia de estos aspectos, los ha vuelto aún más acuciantes. Por un lado, nos ha obligado a evidenciar la importancia del bienestar mental y emocional de toda la comunidad educativa: directivos, docentes, estudiantes y familias. Por otro lado, desde la educación para la ciudadanía, una pandemia de las dimensiones que nos ha tocado vivir nos obliga a pensar en valores como la solidaridad, el trabajo en equipo, la compasión y la empatía, así como la necesidad de preparar a los estudiantes para comprender críticamente las crisis en un mundo crecientemente complejo, desarrollar resiliencia y participar activamente en acciones que favorezcan la transformación de nuestras comunidades.

En esta lógica tomamos la decisión de fortalecer y acompañar a las entidades territoriales en sus procesos de adaptación y toma de decisiones. Las realidades en cada territorio son diferentes, y esto nos llevó a construir espacios de articulación con las secretarías de educación; establecimos reuniones virtuales todas las semanas para apoyar sus estrategias flexibles de educación no presencial y dar claridad frente a las medidas de emergencia tomadas en el marco de la crisis. Este espacio hemos logrado mantenerlo y así acompañar el proceso de cada territorio, lo que ha sido muy útil en la planeación del retorno gradual a la presencialidad bajo la modalidad de alternancia. El retorno gradual implica la generación de confianza y comprensión de las expectativas e inquietudes de toda la comunidad educativa, por lo que se establecen los principios de retorno progresivo y seguro. 

Debido a la poca información con la que se contaba en el mes de marzo respecto a la pandemia, en conjunto con el Ministerio de Salud buscamos preservar la salud de los niños y niñas, familias, maestros, directivos y equipo técnico que conforman el sector educativo, tanto en el ámbito oficial como en el privado y en armonía con el derecho a la educación. Para todos ellos, desde el 16 de marzo se iniciaron actividades que garantizaran la educación en casa desde la Educación inicial hasta la Superior.  

Para avanzar en este aspecto se pusieron en marcha varias estrategias. Una de ellas el portal «Aprender Digital: Contenidos para todos» con más de 80 mil contenidos para todos los niveles de formación; además, desarrollamos una programación educativa de más de 12 horas diarias en televisión con espacios como «3,2,1 Edu Acción” y «Profe en tu casa”.

Por otra parte, creamos la alianza «Mi Señal» con canales de televisión regionales y más de 1.200 emisoras comunitarias, con énfasis en la ruralidad. También “Profesor en casa”, un espacio donde el maestro orienta ejercicios pedagógicos para estudiantes de todas las edades y diferentes niveles educativos, que va dirigida especialmente a los que no tienen acceso a internet o no tienen computador en casa. Otra estrategia es Hogares Digitales para la Educación, un programa enfocado en llevar internet a bajo costo a hogares de estrato 1 y 2. Esta ayuda se mantendrá hasta 2024. 

Finalmente hicimos una entrega focalizada, inicialmente, de 83 mil computadores con contenidos educativos precargados, que funcionan con o sin conectividad, y que se han distribuido a docentes de zonas rurales, para que continúen los procesos de formación desde casa. La estrategia de conectividad está estructurada para los años 2020 – 2022 y permitirá la conexión adicional de 10.000 escuelas rurales.

Paralelamente también se ha trabajando en herramientas flexibles con las Instituciones de Educación Superior – IES, para que acompañen a los jóvenes en su proceso educativo en casa, asistidos por las herramientas que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones en las distintas regiones del país. Este sector ha demostrado su capacidad, flexibilidad y solidaridad con el «Plan Padrino IES”, donde las instituciones comparten sus experiencias en el desarrollo de actividades académicas. 

A la fecha, 126 Instituciones de Educación Superior se han vinculado a esta iniciativa; es decir, el 42% del total de instituciones del país. A esto se le suma el Laboratorio Virtual de Innovación Educativa, CoLab, que promueve la colaboración, experimentación, investigación e intercambio de experiencias y prácticas vinculadas a los procesos de innovación educativa y transformación digital. 

Hemos trabajado en el desarrollo de los lineamientos de transformación digital, el desarrollo de webinars relacionados con la cuarta revolución industrial, inteligencia artificial, transformación de la experiencia de aprendizaje, transformación curricular y capacidades digitales de las instituciones. Todo esto nos ha permitido el diseño e implementación de un modelo de acompañamiento técnico para orientar los procesos de innovación educativa en instituciones de diferentes regiones del país.

Otro aspecto al que le dimos prioridad fue el de garantizar la continuidad del proceso de aprendizaje de los niños, niñas y jóvenes desde la etapa preescolar, hasta la educación superior, con una serie de recomendaciones y orientaciones para docentes, para las secretarías de educación, las instituciones educativas tanto en la educación básica como en la superior, así como para las familias.

Estas medidas  también contemplaron la flexibilización del calendario escolar; el ajuste al sistema de evaluación estatal, y la generación de apoyos financieros con condiciones especiales para las instituciones, a fin de promover la continuidad del proceso educativo en medio de esta coyuntura. 

Otra de las prioridades fue la adaptación del Programa de Alimentación Escolar para consumo en los hogares. Se diseñó el modelo de “PAE en casa, para que los niños, niñas y jóvenes del sector educativo oficial continuaran recibiendo el complemento alimenticio durante la emergencia sanitaria. Lo anterior ha permitido que las 96 Secretarías de Educación lleguen con alimentación a más de 5.600.000 niños y jóvenes del país con tres modelos de suministro: ración industrializada, ración para preparar en casa y bono canjeable por alimentos.

Otra de las decisiones tomadas se refiere al entendimiento de la afectación económica generada a las familias por la pandemia y la necesidad de crear mecanismos que garanticen la continuidad de los estudiantes en el sistema educativo. Para asumir este desafío creamos el Fondo Solidario para la Educación, que cuenta con cuatro líneas: la primera, crédito condonable hasta el 100% para padres de familia, destinada al pago de pensiones de jardines infantiles y colegios privados; la segunda, ampliación de alivios a los créditos educativos del ICETEX, beneficiando a la fecha a más de 100 mil estudiantes; la tercera, una línea de crédito condonable para el pago de estudios de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano; y la cuarta, apoyo al pago de matrículas de estudiantes de pregrado en condiciones de vulnerabilidad de las 63 IES públicas.

Igualmente, en este proceso reconocemos la importancia de generar las condiciones que acompañan el estudio en casa y de preparar al sistema para un regreso gradual y progresivo a la presencialidad bajo el esquema de alternancia, por lo cual realizamos con el Ministerio de Salud, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- ICBF, la Alta Consejería Presidencial para la Niñez, Infancia y Adolescencia, la comunidad educativa e Instituciones de Educación Superior unos lineamientos que contemplan todas las medidas sanitarias, protocolos de bioseguridad y la agenda educativa para adecuar los procesos institucionales y académicos, teniendo como principio fundamental proteger la salud, la vida, la inclusión, la voz de los actores de la comunidad educativa y dar continuidad al desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes.

Sabemos que el reto que enfrentamos no es menor, por eso estamos haciendo equipo para dar respuestas coordinadas y oportunas, reconociendo que los escenarios de la pandemia cambian día a día y que todos los actores del sector debemos avanzar, atendiendo la diversidad regional y los protocolos de bioseguridad, de manera que nos permita un reencuentro gradual y que se reconozca esta etapa como un punto de inflexión, que nos invita a rodear al sector educativo en un propósito: construir con fuerza un mejor país.

Con el liderazgo de las autoridades locales, las medidas de los lineamientos se evaluarán teniendo presente el comportamiento de la curva epidemiológica y de acuerdo con las condiciones de cada territorio. Entre estos hay que tener en cuenta: la realidad territorial; la evolución de la pandemia; contar con el consentimiento de las familias y el asentimiento de los estudiantes. Al momento, el total de las entidades territoriales certificadas (96 en el país) avanzan en la preparación para la implementación de pilotos de retorno parcial, gradual y progresivo en algunos establecimientos educativos. Igualmente, todas las entidades territoriales avanzan en la preparación de protocolos y desarrollo de planes de alternancia manteniendo una  evaluación permanente de las condiciones sanitarias para tomar decisiones pertinentes de continuidad de trabajo en casa o de inicio gradual y progresivo de alternancia.

Finalmente, una prioridad que ha sido una constante al enfrentar el reto de la pandemia se relaciona con la necesidad de establecer un conjunto de acciones que consideramos prioritarias:

En el próximo año, el sector educativo desde la educación inicial y hasta la educación superior ofrecerá condiciones seguras y adecuadas para que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes puedan asistir y participar de sus clases presenciales, combinadas con trabajo académico en casa bajo el modelo de alternancia, para lo cual se tomarán los aprendizajes y experiencias del retorno gradual y progresivo que se han implementado desde el presente año. De esta manera, la comunidad educativa, es decir, los directivos docentes, los maestros, el personal administrativo de los colegios, los estudiantes y los padres de familia, podrán retomar el año escolar bajo los protocolos de bioseguridad que ha definido el Ministerio de Salud y Protección Social.

Así, la educación en este tiempo tiene el desafío de lograr con sus diferentes condiciones mayores momentos de interacción presencial, los cuales son básicos en el desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes desde su primera infancia y durante su etapa de formación y crecimiento personal. En consecuencia, tendremos en el año 2021 grandes retos de aprendizajes por trabajar y de competencias socioemocionales por profundizar. 

Por ello, debemos prepararnos adecuadamente en un modelo de alternancia con todas las medidas sanitarias y de bioseguridad que permitan volver gradualmente a encontrarnos en el escenario educativo.

Por otra parte, esta coyuntura ha generado grandes oportunidades: ha permitido un avance significativo en innovación educativa y transformación digital. Igualmente resaltamos el valor de solidaridad bajo el que hemos trabajado como sector y reconocemos que el vínculo familia-escuela se ha visto fortalecido en procura del desarrollo integral de los niños y jóvenes bajo acciones colectivas y solidarias, así como logros en aprendizajes sobre cuidado, autocuidado y mayor conciencia de la responsabilidad de la vida en sociedad.

También se ha evidenciado la necesidad de hacer mejoramientos a las infraestructuras educativas y avanzar en conectividad como factor de equidad. Justamente, por ello, el Ministerio de las Tecnologías de Información y Comunicaciones está redoblando esfuerzos para avanzar a nivel regional tanto en conectividad, como en entrega de dispositivos digitales, y el Ministerio de Educación Nacional diseñó la línea de mejoramientos a infraestructura de las sedes educativas con especial énfasis en las zonas rurales.

Esta coyuntura nos invita a hacer equipo para gestionar el cambio, entender desde la creatividad y la innovación cómo promover aprendizajes y experiencias que en este nuevo contexto acompañen a estudiantes y maestros en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en el manejo de las emociones; por lo tanto, en este tiempo, las acciones del sector estarán concentradas en promover y proteger el derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y en favorecer trayectorias educativas completas a partir del reconocimiento de las condiciones de los hogares y de la flexibilización de los planes de estudios.

De esta manera, el sector educativo contribuirá con la reactivación de la nueva normalidad que como sociedad tendremos que asumir ante la presencia de la COVID-19, con la claridad que de esta forma se logrará el reto de fortalecer los procesos de aprendizaje, socialización, formación y desarrollo integral de la niñez y juventud colombiana, contribuyendo así con la equidad social y la generación de mayores oportunidades para la vida adulta.

María Victoria Angulo

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